Y apareció… apareció un día… sin importar ni el cuando ni el como, sin importar el porqué…
Y lo consiguió… consiguió hacerse un hueco en mi vida, ser parte de ella…
Y sucedió… sucedió en mi vida un cambio, me hizo pensar, decidir, reflexionar…
Y sentí… sentí miedo, dolor, incertidumbre, amor… sentí desamor, desesperanza…
Y desapareció… desapareció de mi vida, tal como vino, sin importar ni el día ni el como desapareció… desapareció lentamente, y con ella el dolor, pero no la incertidumbre, ni el amor, ni el miedo… no desapareció el miedo, tan solo cambió de forma…
Y pasó el tiempo… pasó de una forma más lenta de lo habitual, sin que acontecieran sucesos importantes…
Y apareció… apareció de nuevo… de nuevo, sin importar ni el como ni el porqué, pero apareció…
Y sentí… sentí esperanza, amor… volví a sentir, a renacer…
Y sentí… miedo, incertidumbre… sentí dolor…
Y sentí… sentí de nuevo como antes… volví a renacer…
Y siento… siento… siento armonía, plenitud, compenetración, esperanza… felicidad…
Y siento miedo… miedo a perderla de nuevo…